Jerusalén otomana: 400 años de historia y legado cultural

Jerusalem Under Ottoman Rule

Durante casi 400 años, entre 1517 y 1917, el Imperio Otomano gobernó Jerusalén —con una breve interrupción en la década de 1830—, dejando una huella imborrable en la ciudad a través de su arquitectura, sus políticas de gobierno y la vida cotidiana de sus habitantes.

He intentado que mi investigación sea lo más exhaustiva posible, cubriendo diversos aspectos de la vida bajo la soberanía otomana.

Jerusalén bajo el dominio otomano

Introducción

Como apasionado de la historia, siempre me ha fascinado el periodo otomano en Jerusalén. Soy Abdullah, un entusiasta de la historia imperial, y recientemente decidí profundizar en la etapa de Jerusalén bajo el dominio otomano.

Al estudiar crónicas y libros fascinantes, descubrí que los otomanos dejaron un legado increíble durante su mandato de cuatro siglos (1516-1917). Permítanme compartir algunos de los puntos más destacados de mis exploraciones sobre la Jerusalén de aquella época.

En mi investigación, busqué dar respuesta a las siguientes preguntas:

  • ¿Cómo era la vida cotidiana en la Jerusalén otomana?
  • ¿Qué infraestructuras construyeron los otomanos en la ciudad?
  • ¿Cuáles eran los derechos de los no musulmanes bajo la administración otomana?
  • ¿Qué aportaciones hicieron los sultanes otomanos a Jerusalén?

Finalmente, intenté imaginar cómo era la vida de las personas que habitaban la Ciudad Santa bajo el sol del Imperio Otomano.

Jerusalén bajo el dominio otomano

Servicios públicos, demografía y economía

En el siglo XIX, el Estado otomano tomó medidas para modernizar Jerusalén, gestionando al mismo tiempo la creciente influencia europea y los cambios demográficos de la ciudad.

Servicios municipales

En 1863 se fundó el Municipio de Jerusalén, con un enfoque claro en la mejora de las infraestructuras:

  • Servicios de limpieza, sistema de alcantarillado, pavimentación e iluminación de calles.
  • Proyectos de paisajismo y plantación de árboles.
  • Apertura del Hospital Municipal en 1891.
  • Creación de un cuerpo de policía en 1886.

También se impulsaron instituciones culturales como el Museo de Jerusalén y diversos teatros de lengua turca, árabe y francesa.

Evolución de la población

Durante el siglo XIX, la población creció aceleradamente. En 1849, la ciudad contaba con unos 11.700 habitantes (6.184 musulmanes, 3.744 cristianos y 1.790 judíos).

Para 1870, la cifra alcanzó las 20.000 personas. En 1890, ya superaba las 40.000, siendo el grupo judío el más numeroso en aquel momento.

En 1900, se estimaba una población de 55.000 habitantes: 10.000 musulmanes, 10.000 cristianos y 35.000 judíos.

Situación económica

Jerusalén no era un gran centro comercial industrial debido a la escasez de tierras agrícolas, pero las peregrinaciones impulsaron enormemente el comercio y la artesanía local.

  • Las industrias incluían textiles, curtiduría, fabricación de jabón y metalurgia.
  • Se exportaba a Egipto, Rodas y Dubrovnik. Las importaciones llegaban desde Egipto, Siria, Estambul, Irak y China, incluyendo artículos de lujo como la alfombra de Anatolia.
  • El turismo y las peregrinaciones generaban ingresos y demanda de recuerdos. En el siglo XIX, más de 700 artesanos trabajaban en los mercados locales.
  • Las subvenciones «Surre» provenientes de Estambul y Egipto también eran fuentes de ingresos vitales.
Jerusalén otomana

Transporte

Las conexiones mejoraron drásticamente en la centuria decimonónica:

  • El telégrafo llegó a la ciudad en 1865.
  • La carretera Jaffa Jerusalén se inauguró en 1868.
  • La línea de ferrocarril Jaffa Jerusalén comenzó a operar en 1892.

Esto dinamizó el turismo religioso y estrechó los vínculos con el exterior.

Educación y cultura

  • Las escuelas y madrasas tradicionales sufrieron cierto declive al debilitarse las fundaciones religiosas (waqf) tras el siglo XVIII.
  • Las logias sufíes y zawiyas continuaron ofreciendo educación religiosa junto a las madrasas.
  • A partir de mediados del XIX, se produjo un gran auge de escuelas gubernamentales modernas y centros misioneros, siguiendo la tendencia de reforma iniciada por figuras como el Sultán Mahmud II.

Mapa otomano de Jerusalén (1861)

En la siguiente imagen se puede apreciar un mapa otomano de 1861 que detalla tanto el interior de la ciudad amurallada como sus alrededores.

Antiguo mapa otomano de Jerusalén

Sultanes y hitos históricos: 1517-1917

Bajo el dominio otomano, Jerusalén vivió un periodo de paz y estabilidad inusual que duró cuatro siglos. Los sultanes gestionaron y embellecieron la ciudad con distintas intervenciones:

1. Yavuz Sultán Selim (Selim I):

  • 1517: Conquista de Jerusalén tras la batalla de Mercidabık.
  • Visita a la mezquita de Al Aqsa y promesa de reformas económicas.
  • Acuerdo con el rey de España para permitir visitas cristianas mediante el pago de una tasa.

2. Solimán el Magnífico: 1520-1566

  • Restauración y ampliación de las icónicas murallas y el castillo.
  • Remodelación de la mezquita de Al Aqsa y renovación de los azulejos de la Cúpula de la Cadena.
  • Construcción de una Tekke (hospicio) en honor a su esposa, Hürrem Sultan.
Muralla otomana de Jerusalén

3. Sultán Murad IV: 1623-1640

  • Construcción de un fuerte en la carretera hacia Hebrón para garantizar la seguridad frente a disturbios internos.

4. Sultán Abdulmecid: 1839-1861

  • Financió importantes restauraciones en la Explanada de las Mezquitas. Bajo su mando, la ciudad empezó a expandirse fuera de los muros.
Qubbat al-Silsilah

5. Sultán Abdulaziz: 1861-1876

  • Pavimentación con mármol y grandes inversiones en los monumentos religiosos.
Un callejón en la Jerusalén otomana

6. Sultán Abdulhamid II: 1876-1909

  • Conectó Jerusalén con el resto del mundo islámico y Estambul a través del ferrocarril y el telégrafo.
Estación de tren otomana en Jerusalén

Transformando el paisaje urbano

Las murallas actuales de Jerusalén son, en gran medida, una obra otomana. Solimán el Magnífico ordenó levantar los 5 km de muralla que hoy definen la Ciudad Vieja, una tarea titánica que empleó ingentes recursos y mano de obra.

Vista de la ciudad de Jerusalén

Un mosaico de fe bajo una sola administración

Para gobernar una ciudad tan diversa, los otomanos utilizaron el sistema de Millets (comunidades religiosas semiautónomas). Las comunidades ortodoxa, armenia y judía gestionaban sus propios asuntos internos y elegían a sus líderes.

Judíos rezando junto al Muro de las Lamentaciones en la Jerusalén otomana
Estanque de Ezequías
Estanque de Ezequías o de los Patriarcas, en el barrio cristiano.
Visita del emperador Guillermo II
El emperador alemán Guillermo II visitando Jerusalén.

Vida cotidiana en la Jerusalén otomana

Basándome en mis lecturas, he intentado imaginar cómo transcurría un día cualquiera para tres ciudadanos típicos. Esta parte es un relato ficticio con fines ilustrativos.

El día de Yusuf (Musulmán):

Me despierto antes del alba con el llamado del muecín desde Al Aqsa. En mi tienda de textiles del bazar, despliego sedas persas y algodones egipcios. A media mañana, mi amigo Elias, un cantero cristiano, pasa a saludarme. Aunque nuestras fes son distintas, compartimos una identidad común como súbditos otomanos. Por la noche, al volver a casa, saludo a mi vecina judía Rebecca, que se prepara para el Shabat.

Vida cotidiana en la Jerusalén otomana

El día de Elias (Cristiano):

Soy un cristiano ortodoxo griego. Paso mis días restaurando la piedra del Santo Sepulcro. Al atardecer, escucho las campanas de las iglesias mezclarse con el llamado a la oración, un recordatorio de la convivencia que es posible bajo el manto de la Sublime Puerta.

El día de Rebecca (Judía):

Como madre judía en el Imperio, preparo el pan jalá sin temor a la discriminación que sufren nuestros hermanos en otras tierras. Compro especias a un mercader griego que llegó desde Estambul, atraído por la pujanza de esta ciudad sagrada que el Sultán protege.

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